martes, 8 de marzo de 2011

GRACIAS, MUJER

El amor que arde en mí ser

por ser hijo de una madre,

en la vida lo podre agradecer.

La cara que en los días de marea

duele hasta en el alma poner,

la pone el perfume del viento

cuando lo calza una mujer.

La valentía que tiene un hombre

nace en la lucha del vientre

anclado en los claros tempraneros

que visten el amanecer.

En este ocho de marzo,

sobran el día y el anochecer,

alzad pueblo el vuelo de la voz

que guarda el aliento de una mujer.

Que nadie os diga pulmón de la vida

lo que tenéis que hacer, que haría el

hombre sin la fuerza de una mujer.

¿Quién enseño a la vida

a llevar la palabra por escudo

y los puños bajo túnica?

Yo la llamo musa,

los demás sin embargo

mujer.

Hoy dedico la poesía

a las palabras engalanadas

en sabia y pacifica valentía,

que nos enseñaron

a los hombres a no andar

por la senda perdida.

GRACIAS

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