Que fue de ti,
Que fue de mi patria,
Aun lloro hermano
Recordando el llanto tuyo
En la maldita batalla.
Es la pequeña gota de sangre
Sobre el traje gris infame
Lo que hizo grande al pobre
Al campesino rey,
Y a mi esposa hermano como
Si de mi se tratara.
Cuantos campos de hierba
Fueron bañados por el agua
Del rio naciente en las mejillas
De nuestras madres,
Ante el sepulcro de nuestras esperanzas.
Son miles las cosas pasada y aun guardo
Nuestra bandera en lo alto de mi cama
Pensando en ti hermano,
Que contigo se murió mi alma.
Hoy maldigo la patria que nos vio nacer juntos
Y acabo con el camino una bala
Pero no olvides hermano
Que el camino fue marcado
Entre tanta arma gris
Con una gota de esperanza,
Una gota roja para unir
De nuevo a nuestra patria.
cuanto nos quitaron aquellos que solon miraron por ellos, cuantos inocentes murieron.
ResponderEliminarCuántos y cuántos seres por la fértil tierra se hallan a la espera de una luz que sepa saberles memorar.
ResponderEliminarPero en esta España la esperanza se mide en el largo de la vara que azuza y domeña al otro, al no llamado adversario sino enemigo. Y las bellas y hermosas palabras quedan como una enjuta proclama que a nadie satisface, que a nadie llega. Olvidamos muy pronto los buenos modales, los buenos sentimientos y los vientos que nos empujan a la bondad.
Y es que aquí tenemos un problema; que la gente piensa que nuestro legado histórico puede ser modulado por la razón plasmada en una decisión común -o como dirán, pacto constituyente-, como si el presente en acuerdo diese a los hechos otro cariz, más bonito a ser posible.
¡Qué país este!
cuanta razón llevas javi ya se perdieron las buenas costumbres, ya perdio la hermosa palabra.
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